jueves, 19 de junio de 2008

No es un adiós

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuando la pena nos alcanza
del compañero perdido,
cuando el adios dolorido
busca en la fe su esperanza.
En tus palabras confiamos
con la certeza que Tú
ya le has devuelto a la vida,
ya le has llevado a la luz.
Ya le has devuelto a la vida,
ya le has llevado a la luz


uf........sea lo que sea, no caben mas lagrimas en mis ojos...

Raúl dijo...

Si, cuesta decir algo.